Déjame poseerte en un un susurro.
Déjame contarte la historia de dos peregrinos
que al amanecer de cada sueño agradecían.
Ésta es mi historia
y no te anhelo porque eres inmediata
no te espero porque eres hoy y no mañana
porque te vuelves palabra y este momento
porque eres poesía
y me tientas a palabras de eternidad y de infinito
y me contengo.
Déjame contarte la historia de dos peregrinos
que se descubrieron débiles
y nunca claudicaron.
En algún momento entre 1997 y 2001.
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