domingo, 14 de marzo de 2021

Meterse en la fila...

 Oído en un supermercado para clase media alta:

-¿Y ustedes ya se vacunaron?

-Sííí, yaaa. Nos fuimos a quedar a la casa que N tiene en X y al otro día nos pusieron la vacuna. Muy a gusto.

- Qué rico. Ay, es que eso de no traigan la vacuna todavía aquí, muy mal...

- Por eso, a votar en julio.

- Claaaaaro.

No puedo dejar de pensar que toda vacuna puesta a un leonés privilegiado en otro municipio, es una vacuna menos en ese municipio. Entiendo la impaciencia, pero luego ver a esa gente muy quitada de la pena en misa o hablando de ética... Qué fácil vencen los apetitos a la solidaridad entre la gente “crítica”.



Los problemas logísticos de la vacunación COVID en México son una aspecto del problema, se están documentando y, espero, denunciando por los medios adecuados.

La decisión de gente de clase media alta que presume su catolicismo, que habla de ética, que trasluce un clasismo humillante en sus posiciones políticas, de ir a vacunarse a un municipio que tiene menos acceso a servicios de salud que nuestra ciudad, ¿en qué se distingue de “desperdicio el agua porque la pago”, “me estaciono en la rampa para capacidades diferentes porque no hay nadie”, “le ordeno a mi contador evadir impuestos porque los políticos se los roban”, “desvío recursos porque no ejercí el presupuesto”? Es una postura moral heterónoma, es decir, poco adulta y muy dañina.

Cancelación e "inocentes" dibujitos animados.

Llegando tarde pero con estilo al "tren del mame" en discusión del discurso pop.

Para Charles M. Blow (https://www.nytimes.com/2021/03/03/opinion/suess-books-race-bias.html), el zorrillo representa la cultura de la violación. Coincido. Y me parece que el debate, como suele ser en redes, se puso muy babas. No se trata de estar sólo a favor o en contra de la "cancelación" del monito.

Hay que recordar que era un héroe trágico, manera elegante de decir que era chistoso por pendejo: porque era más que evidente que a la gatita le daba asco y que las tácticas del galán no servían para sus fines. Es decir: una cosa es que el personaje, para la mirada actual, represente valores que hoy son insostenibles, y otra que se presentara como un ejemplo; esto último, me parece, nunca ocurrió.

Aquí lo que me parece preocupante, y que al menos yo no he visto que se toque (y si alguien tiene un ejemplo agradeceré la referencia), y es lo que a muchos niños nos pasaba por la mente al ver las tristes evoluciones del casanova esquizofrénico: es digno de lástima, no de denuncia; pobrecito sí, culero no. Es decir: gana por default, merece por premio de consolación. Lo cual habla de un discurso de masculinidad todavía más cuestionable. Es el asunto de la "friendzone".

Otra vía de discusión es la propia agencia de la gatita. Quiero pensar que, de haberse producido hoy la animación, su personaje actuaria de un modo completamente distinto. Como varón, me desmarco del tema.

Regresando a lo masculino, ya si alguien le hubiese sugerido a la gatita "aflojar" para que el zorrillo no insistiese, ahí sí estamos en terreno cavernícola.

lunes, 21 de diciembre de 2020


 
- Muy bonita producción, muy vestida, muy guapa.

- El rock de la peli es una manera de discutir la fama desde las identidades en un tren de modas. 

- La serie se fundamenta fuerte en las tesis de David Byrne sobre la conformación y definición de una "escena". Quizá ese sea un buen aporte intelectual: la industria mediática recuperando la literatura surgida del rock desde el "Cómo funciona la música" de Byrne. Pero fuera de la mención a Agustín, ahí el referente es Byrne. Escocés, por cierto.

- El comentario nuestroamericano en el primer capítulo es, precisamente, del Brujo Bátiz y "la señal de los tiempos".

- Para hacerlo interesante, podrían abandonar la anécdota ad nauseam y seguir el dinero, el dinero viejo y los apellidos. Rastrear las actas de las reuniones en que las disqueras decidieron invertir en ciertos nombres, hoy celebrities. Mapear el mecanismo de negocio que hizo rentable al rock hace tantos años.

- Un producto-cultural que la industria-cultural de la nostalgia-cultural nos vendió a los "señorxs de cierta edad" para que nos "clavemos".

- Un poco va a servir también, por supuesto y como muchas otras películas, para que algunos jóvenes conozcan ciertas ofertas que acompañen su construcción identitaria, como pasó con Sabbath y AC/DC en Avengers, etc. 

- Pero ese relato ya está muy repasado. Como siempre en el occidente capitalista, los rostros son el star system. Mientras, los empresarios de medios y disqueras se atragantan de palomitas tras bambalinas.

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Más que Alex Lora encendiendo un JCM800, el plano inicial de "Rompan todo" pudo ser esto, si la idea de Netflix era convencernos de que fuimos decoloniales-o-algo-así. Al menos, así nacionalizamos el "sonido" de Fender desde la fábrica en Ensenada hasta los 80.

domingo, 16 de febrero de 2020

Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha

Suenan Los Ángeles Azules en la bocinota bluetooth. Van y vienen órdenes, medias y completas, frijoles refritos, salseras, verdura, limones. Una familia vende birria de res en su cochera, casi en la esquina de la cuadra donde vivo.

Me preparo un taco. Desde mi mesa, las paredes y el tejabán de la cochera delimitan la vista. Es una pantalla hacia la calle.

Cruzan la pantalla, desde ambos lados, rutinas de domingo. Chamacos risueños y polvosos, sudando en uniforme de futbol. Señoras arrastrando su carrito con verduras. Una bicicleta fugaz.

Domina la esquina superior derecha de la pantalla un señalamiento de parada de autobuses a lo alto de un tubo instalado en la banqueta.

Entra un camión de la ruta 35 por la izquierda. Se detiene. Bajan y suben pasajeros.

Fuera de la pantalla suena un cláxon.

Los pasajeros suben y bajan.

El cláxon insiste.

El camión cierra sus puertas. Lento, sale por la derecha de la pantalla.

Entra por la izquierda un automóvil de modelo reciente con una familia a bordo. Adelante una pareja. Vistos desde la ventana de la puerta trasera, niños se revuelven como ropa en lavadora.

Él saca la mano por su ventana para pintarle un dedo al conductor del urbano. Algo grita, pero yo nomás escucho las trompetas de la cumbia.

El auto gris sale por la derecha de la pantalla, lento. Entra de nuevo en reversa, lento. Maniobra, lento, y se estaciona lento bajo el señalamiento de parada de autobús.

La familia baja del auto. La mesera mueve sillas y junta dos mesas. Cuatro niños, cuatro smartphones. Él: fajándose la playera polo, lentes de marca, sigue mirando hacia la calle, indignación en el semblante. Ella, blusa dominguera y, en la mano, la hojita dominical que más temprano deben haberle dado en misa.

“¿Ya les puedo tomar su orden?”.

Mi taco ya está tibio, pero la salsa verde lo remedia.

lunes, 4 de febrero de 2019

Nuestra divina bandera hecha jirones


(Esto no tiene que ver con fútbol americano).

Hace muchos años que no me considero patriota. Entiendo el patriotismo como un fetiche del s. XIX que nos impide ver que tanto la pobreza, el abuso y el sufrimiento como la compasión, la liberación y la justicia son trasnacionales. Quizá defendería, con el maestro Pacheco, algunos olores, ciertas piedras, muchos guisados y a muchas personas...

Pero hay un par de aguijones en el documental "Patria", de Paco Ignacio Taibo II, referido a la intervención francesa de hace 160 años, que me pican la nuca, la quijada.

Taibo enumera con precisión las huestes del ejército francés. Comandante, generales, oficiales, tropa, caballos, piezas de artillería. Lo pinta como una máquina de guerra buen engrasada y bien fogueada, sin parangón en el s. XIX, un mal agüero de derrotas aplastantes.

Pero señala, escueto: "una cosa es contar con el mejor ejército del mundo y otra es ponerlo en México".

Posteriormente, Taibo cita a Guillermo Prieto ante la invasión inminente. No me extrañaría que Churchill lo hubiese conocido para su célebre arenga "We shall fight on the beaches" (los fans de Iron Maiden sabrán a qué me refiero): "Fe en el porvenir, porque los pueblos son invencibles... Si se toma un fuerte, quedarán los otros fuertes, los claustros, los cementerios, los patios, las torres de las iglesias, las celdas. En cada pieza se hace un castillo; en cada puerta, una muralla. Después, todas las aldeas. Y si esto se perdiera, las cavernas, las montañas. Y cuando todo ello se haya perdido, tendremos todavía por patria las tumbas, y por sudario, nuestra divina bandera hecha jirones".

El trabajo de Alejandra Guillén y Diego Petersen publicado por El País* sobre jóvenes privados de su libertad trabajando forzadamente para cárteles del crimen organizado me desespera.

¿Qué pasa cuando el enemigo también come tacos de prensado con salsa verde, escucha la misma música y gusta de la misma comedia? ¿Cuando también creció en la misma colonia, con la misma hambre y el mismo horizonte? ¿Cuando comparte apellidos, cuando también vio las mismas caricaturas, cuando se defiende con los mismos albures? ¿Qué pasa cuando el enemigo es, ¡como pinches simpre en la puta historia!, carne de cañón?

¿Vamos a acabar desangrándonos a ojos cerrados, pues? ¿A tímpanos rotos, a corazones secos?

¿Nuestra divina bandera hecha jirones?


viernes, 15 de junio de 2018

"El Bronco" + Ley de Seguridad Interior = ¿Trampa?

Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco" + Ley de Seguridad Interior = ¿Podrían consolidar la dictadura del sistema político actual en una engañosa "vuelta de tuerca"?
* Mi creencia es que lo tenemos en la jeta y no lo vemos. Mi hipótesis es que lo han vendido como un payaso pero en el fondo el sistema lo apoya y lo apalancarán en el último momento, y por eso Meade ya no es relevante. Mi preocupación es que la rebelión electoral en México caiga en una trampa.
* El Bronco puede ser protagonista de lo que el destacado politólogo Juan Luis Hernández Avendaño llama "rebelión de los electores". Se trata de las grandes sorpresas políticas de los últimos años que no fueron previstas en encuestas: Trump, Brexit, Cataluña, Colombia, Francia, Chile... y que están marcando tendencia: lo improbable se realiza. El problema es que esta "rebelión" sí está prevista y canalizada por el sistema a través de la Ley de Seguridad Interior (el link inicia el video en este tema):
* Si el sistema político se va a movilizar para el fraude que Porfirio Muñoz Ledo ha advertido, quizá sea en apoyo a El Bronco:
* ¿No es asqueroso que El Bronco empleé como gancho emocional una bala... y la violencia de la que su familia fue víctima?
* ¿Miente el Bronco entonces?
* ¿Se está vendiendo como "candidato ciudadano", pero militó por 30 años en el PRI?
* ¿El saldo de su gubernatura es como lo presume?
* ¿Va a combatir la violencia con más violencia?
* ¿Su licencia de la gubernatura para buscar la presidencia fue aprobada en un contrubernio del PRI y el PAN?
* ¿Recibió ayuda del PRI para su registro?
* ¿Su relación con Salinas de Gortari?
*Sus propuestas laborales y sobre el salario mínimo, ¿no es cercana a las medidas neoliberales que la misma ONU ha criticado?
* Ha declarado que los empresarios mexicanos deben organizarse para poner resistencia al gobierno corrupto, pero ¿no está documentado que grupos empresariales son los grandes beneficiarios de la corrupción en México?
* Su violento discurso, en apariencia independiente y francote, ¿no es deudor de las épocas del autoritarismo priísta más asesino y cínico?
* ¿Es como Trump, o peor? Trump no provenía del sistema político norteamericano, y El Bronco se vende como "outsider", ¿pero lo es?
* A final de cuentas, los argumentos de la enorme campaña mediática desplegada para atacar a López Obrador (ignorante, loco, autoritario...), ¿no se materializan en el Bronco?

domingo, 15 de mayo de 2016

Día del Maestro en México: pensando en voz alta

- Esa idea romántica que ve en la docencia un "apostolado" me remite las lógicas religiosas del nacionalismo decimonónico. El positivismo desbancaría la oscura superstición, pero con las mismas mañas.

- Algo similar ocurre con asociar la docencia al "sacrificio", y ver en el profesorado a mamás postizas a quienes se les pide la misma abnegación.

- Por otro lado, en inglés hay una expresión que pretende dar cuenta de la depreciación de la docencia desde finales del siglo pasado: "Those who can, do; those who can't, teach; those who doesn't do or teach, build legos out of it" ("quienes pueden, hacen; quienes no pueden, enseñan; quienes no hacen ni enseñan, construyen Legos").

- En mi experiencia, desprofesionalizar de cualquiera de los modos la docencia daña el proceso educativo, nos devalúa al tiempo que nos asigna funciones que no nos corresponden. Los docentes no somos ni apóstoles ni mamás postizas. Ni sacrificio, ni abnegación, ni entrega sobrehumana. Somos profesionales que ejercemos una tarea sustantiva para el proceso civilizatorio. Y como profesionales deberíamos ser vistos.

- Otro error peligroso es confundir la finalidad de la evaluación como parte del servicio educativo. Es decir, si el estudiante paga por el servicio (vía colegiatura privada o vía impuestos públicos), entonces tendría derecho a aprobar, a certificarse, a graduarse, independientemente de su desempeño. Porque se convierte en cliente, quien a cambio de un pago está en derecho de exigir satisfacción.

- Una idea similar, alimentada por muchos padres y madres de familia, es que las calificaciones son los honorarios que sus hijas e hijos reciben a cambio de su "trabajo" escolar: los adultos trabajan a cambio de un sueldo - los estudiantes son como adultos chiquitos - ergo, los estudiantes estudian a cambio de sus calificaciones. El adulto va reuniendo recursos para su retiro, el estudiante va juntando puntos para entrar a la universidad. Despojar así a la educación de un sentido que no raye en lo inmediato es penoso.

- Que nuestros alumnos y alumnas "estudien" un día antes de presentar un examen, y oviden todo el día después, es la consecuencia natural de lo anterior. Así, lo importante es un número, no el aprendizaje.

- Como docente he tratado de concebir las calificaciones como una consecuencia, un efecto o un resultado de un ejercicio de aprendizaje. Mis estudiantes podrán ser clientes de una institución, pero no pagan para que los apruebe. Pagan por un servicio en el que la evaluación debería determinar acciones a seguir para el mismo proceso. No doy clase para que en mis grupos abunden los dieces. Si después de una secuencia de enseñanza-aprendizaje hay dieces, eso se da por añadidura, pero no es lo importante.

- Finalmente, y no menos delicado: las películas sobre maestros suelen ser cursis hasta "el diabetis". Honrosa excepción de "El director", con James Belushi. #VivanLosGuamazosOchenterosSinSentido